EXCELENTES XXV JORNADAS HUMANÍSTICAS
22 al 28 de agosto de 2016
El Poblado (El Grado)
Siempre que terminan las jornadas surge el mismo sentimiento, el agradecimiento. Todos los asistentes, también los invitados, se despedían con la misma palabra: "gracias".
Sin necesidad de un análisis exhaustivo, dos pueden ser las causas de este agradecimiento. La primera, se la escuchaba a Pablo, un joven estudiante de Arquitectura, que acudía por primera vez a las jornadas. Venía a decir que, lo que mas le llamaba la atención, era cómo los jóvenes aprendían de los mayores y, también, cómo los mayores sabían aprender de los jóvenes. Sin saberlo, Pablo definía uno de los objetivos más queridos de las jornadas: crear un ámbito de encuentro entre jóvenes con inquietudes culturales y expertos y profesionales con experiencia en los distintos saberes.
Y la segunda causa quizá sea la ilusión. Como decía Javier en la Apertura: «A nosotros no nos ilusionan las sombras, "no nos ilusiona cualquier cosa, sino más bien lo que no es cosa. Nos ilusionan, sobre todo y propiamente, las personas". No en vano somos, queremos ser "humanistas"».
Las Jornadas no tienen recetas y soluciones enlatadas, por eso cada edición es nueva, y la ilusión y el agradecimiento son el mejor resumen. "Puesto a dar la gracias, no pienso quedarme corto. En mi caso, ¡hasta por la comida!", unas palabras de José Ramón, con su nota de humor, lo explican perfectamente.
Gracias a todos los que habéis participado, una o más veces en las Jornadas, por estos veinticinco primeros años...